El 9 de Julio dejó algo más que el recuerdo del desfile en Tucumán; también significó la reedición del conflicto político entre la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, a cargo del intendente Germán Alfaro (Cambiemos), y el Poder Ejecutivo provincial, encabezado por el gobernador Juan Manzur (PJ). Esta vez, la discordia fue por los pedidos de audiencia para exigir soluciones sobre el servicio de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) y por el estado de los canales Norte y Sur.
“Me sorprende que (la diputada nacional) Beatriz Ávila diga que no la recibimos en Casa de Gobierno, porque ella estuvo trabajando 12 años con nosotros (dentro del peronismo) en la Comisión de Salud de la Legislatura. Con Manzur en la vicegobernación había un diálogo fluido con ella”, rechazó las críticas del municipio Regino Amado, ministro de Gobierno provincial. “Amado miente y retrasa porque parece que él y Manzur, para dar una audiencia, vuelven a pedir la ficha de afiliación (al peronismo)”, fue la réplica de Walter Berarducci, secretario de Gobierno municipal.
La desavenencia comenzó el Día de la Independencia, a la salida del Tedéum brindado por el arzobispo Carlos Sánchez en la Catedral. Allí la diputada había remarcado la falta de institucionalidad en la provincia, al ser consultada por la realidad política tucumana. “Lo estamos viviendo desde el municipio. El intendente solicita hace tiempo en forma verbal y escrita una audiencia con el gobernador. Manzur dice que es el gobernador de todos los tucumanos, que recibe a todos los intendentes, menos al del municipio más importante de la provincia. Y eso no repercute en Alfaro; repercute en la gente”, había criticado Beatriz Ávila, esposa del jefe municipal capitalino.
“Escucharlo al ministro Amado me da la respuesta del porqué de la baja calidad institucional de la provincia. Amado y Manzur deben entender que la cosa pública no se gestiona por amiguismos, prebendas o favoritismos. Hemos solicitado al menos en tres oportunidades audiencias formales, expedientes mediante, con el gobernador. Y no para hablar de bueyes perdidos, sino para buscar soluciones a los graves problemas de infraestructura y de contaminación que viene generando, produciendo y agravando la pésima gestión de la SAT, que es competencia exclusiva del Poder Ejecutivo, a los vecinos de la capital”, arremetió Berarducci.
El funcionario municipal explicó que, además de los reclamos por la calidad del servicio de aguas y cloacas, en el Municipio afligen el estado de los canales Norte y Sur, por su falta de mantenimiento y de obras para incrementar su capacidad. El estado de los desagües ya había sido remarcado por la Intendencia a finales del año pasado, porque temían que 150.000 vecinos de la capital se inunden en caso de grandes tormentas.
En Casa de Gobierno rechazaron la versión de los funcionarios municipales. “No tenemos ningún registro; en mi ministerio no han hecho presentaciones formales pidiendo audiencias. Tampoco hicieron pedidos formales en la Secretaría General de la Gobernación”, replicó Amado. Y agregó: “Ávila ha sido presidenta de la comisión de Salud cuando era legisladora desde 2003 hasta 2009, cuando Manzur asumió como ministro de Salud de la Nación. Cuando ella era legisladora tenía buena relación con Manzur; tienen una relación de años de trabajar juntos. Podría levantar el teléfono tranquilamente, porque nosotros no hacemos distinciones. Si bien habrán tomado otra postura política al apoyar al gobierno de (Mauricio) Macri, nosotros no tenemos problema en atenderla a ella o a su marido, por el bien de los vecinos”, continuó el funcionario provincial.
Amado recordó que la Provincia giró fondos a Concepción para garantizar el pago de los aguinaldos a los empleados municipales: “ayudamos a una intendencia gobernada por Cambiemos. Es la muestra de que no hacemos distinciones políticas de ningún tipo”.